El Fondo de Inversión Privada (PIF) saudí reporta una caída del 60% en sus ganancias debido a la inflación y los bajos precios del petróleo.
El PIF indicó que los deterioros se relacionaron principalmente con cambios en los planes operativos y aumentos en los costos presupuestados.
![CORRECTION / A picture taken in Riyadh shows the sign in Arabic of an Aramco gas station on the outskirts of the Saudi capital Riyadh on November 5, 2024. Energy giant Saudi Aramco reported a 15 percent year-on-year drop in third quarter profit on November 5, 2024, citing low oil prices. (Photo by Fayez Nureldine / AFP) / "The erroneous mention[s] appearing in the metadata of this photo by Fayez Nureldine has been modified in AFP systems in the following manner: changing the second phrase to refer to Saudi](/sites/default/files/styles/article_hero_medium/public/2025-06/GettyImages-2182386773.jpg?h=cf3e9931&itok=-iX_3Sj7)
El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita vio caer sus ganancias un 60% en 2024 en comparación con el año anterior, debido a que los bajos precios del petróleo, la creciente inflación y los costosos proyectos de infraestructura comenzaron a afectar.
Lo sucedido: El PIF, encargado de supervisar la ambiciosa agenda Visión 2030 de Arabia Saudita para diversificar la economía y reducir su dependencia del petróleo, vio sus ganancias caer a 25.800 millones de riyales (6.900 millones de dólares) debido a las altas tasas de interés y la inflación, según informó el fondo soberano el lunes. En 2023, el PIF registró una ganancia de 54.400 millones de riyales (14.500 millones de dólares).
El resultado integral también disminuyó de 138.100 millones de riyales (36.820 millones de dólares) en 2023 a 140.000 millones de riyales (37.330 millones de dólares) el año pasado. El PIF indicó que los deterioros se debieron principalmente a cambios en los planes operativos y aumentos en los costos presupuestados.
El PIF es uno de los fondos soberanos de inversión más grandes y activos del mundo. Si bien las tasas de interés y la inflación eclipsaron sus ganancias e ingresos, sus activos crecieron un 18%, alcanzando los 4,321 billones de riyales (1,15 billones de dólares).
Por qué es importante: Anunciadas por primera vez en 2016 por el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, las reformas Visión 2030 tienen como objetivo diversificar la economía del reino para que no dependa del petróleo mediante fuertes inversiones en otros sectores de crecimiento, como la inteligencia artificial, la energía limpia, los deportes y el turismo.
Las ambiciones de la Visión 2030 de Arabia Saudita están en el centro de los llamados gigaproyectos, como Neom, una megaciudad desértica casi del tamaño de Bélgica que se construirá en la costa del Mar Rojo.
El reino ha invertido miles de millones de dólares en el proyecto, pero ha tenido que revisar sus objetivos y recortar costes. Por ejemplo, la semana pasada surgieron informes de que Neom había cancelado un contrato con el gigante energético francés EDF para ayudarle a desarrollar una central hidroeléctrica para el gigaproyecto, en lo que parece ser una reducción del presupuesto de la megaciudad.
Aunque se está diversificando y dejando de depender de los hidrocarburos, la economía de Arabia Saudita todavía depende en gran medida del petróleo: alrededor del 60% de todos los ingresos del gobierno provienen de la venta de crudo. En 2024 y 2025 se han mantenido los precios del petróleo bajos (alrededor de 60 a 80 dólares por barril) y Arabia Saudita ha aplicado recortes voluntarios a la producción de crudo en un intento por equilibrar los mercados.
En mayo, el Ministerio de Finanzas saudí informó que el déficit presupuestario del reino se amplió significativamente a 15.650 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, frente a los 3.300 millones de dólares del mismo período del año pasado, ya que los ingresos petroleros cayeron un 18% interanual.
Saber más: Cuando los precios del petróleo eran altos en 2022 en medio de la guerra de Ucrania, con un promedio de alrededor de 100 dólares por barril, Arabia Saudita era la economía de más rápido crecimiento en el grupo G20 de las principales economías, con un crecimiento del 8,7% en su producto interno bruto.
Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional ha revisado a la baja la proyección de crecimiento del reino para 2025, al 3,4%, citando recortes voluntarios del petróleo, la dependencia de las importaciones y la creciente inflación.