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El presidente egipcio Sisi afirma que el acuerdo sobre Gaza está a la vista mientras Witkoff, Kushner y el primer ministro qatarí se unen a las conversaciones.

Mientras los principales negociadores se reúnen en Egipto, se espera que las negociaciones entre Israel y Hamás se aceleren.

An Israeli tank moves along Israel's border with the Gaza Strip, on Sept. 25, 2025, amid the ongoing war between Israel and the Palestinian Hamas militant group.
Un tanque israelí avanza a lo largo de la frontera de Israel con la Franja de Gaza el 25 de septiembre de 2025. — JACK GUEZ/AFP vía Getty Images

El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, dijo el miércoles que estaba optimista de que Israel y Hamás llegarían a un acuerdo para poner fin a la guerra de Gaza e invitó al presidente estadounidense, Donald Trump, a asistir a la firma del acuerdo si se alcanza.

La declaración de Sisi se produjo tras la llegada de delegaciones israelíes, estadounidenses, turcas y cataríes de alto nivel —incluido el jefe negociador israelí, Ron Dermer; el enviado estadounidense, Steve Witkoff; el yerno y asesor de Trump, Jared Kushner; el primer ministro catarí, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani; y el jefe de inteligencia turco, Ibrahim Kalin— a la ciudad turística egipcia de Sharm el-Sheikh, donde se llevan a cabo las negociaciones. Su presencia marcó un avance en las conversaciones iniciadas el lunes por equipos profesionales de menor rango.

Hamás declaró el miércoles que había proporcionado a Israel una lista de prisioneros palestinos que desea liberar a cambio de los rehenes israelíes retenidos en Gaza. Un comunicado publicado por el alto funcionario de Hamás, Taher al-Nunu, en las redes sociales del grupo, indicó que las conversaciones se centran en establecer mecanismos para poner fin a la guerra y asegurar la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza.

“Los mediadores están haciendo grandes esfuerzos para eliminar todos los obstáculos a la implementación de un alto el fuego, y hay un espíritu optimista entre todos”, agregó el comunicado.

¿Qué hay sobre la mesa?

El plan de Trump, publicado tras su reunión con el primer ministro Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca el 29 de septiembre, exige la liberación de los 48 rehenes israelíes retenidos en Gaza en un plazo de 72 horas. Israel estima que unos 20 siguen con vida. A cambio, Israel liberaría a 250 palestinos que cumplen cadena perpetua y a 1.700 gazatíes detenidos a partir del 7 de octubre de 2023, incluyendo a todas las mujeres y menores.

El plan prevé una retirada militar israelí gradual de la Franja. Hamás sería desarmado y su infraestructura militar desmantelada, incluyendo túneles y plantas de fabricación de armas. Gaza sería desmilitarizada. Los militantes de Hamás que renuncien a la violencia y acepten la desmilitarización podrán permanecer en el enclave o partir hacia países receptores.

Durante un período inicial, Gaza sería administrada por un gobierno tecnocrático palestino supervisado por una "junta de paz" internacional presidida por el propio Trump, con representantes de la comunidad internacional y de los estados árabes. Una vez que la Autoridad Palestina complete una serie de reformas, asumiría las responsabilidades de gobierno. El plan enmarca estas medidas como parte de un camino hacia la creación de un Estado palestino y exige un "plan de desarrollo económico de Trump" para la reconstrucción de Gaza.

Según el Canal 12 del martes, la primera ronda de negociaciones se centró en las medidas inmediatas del plan de Trump: los procedimientos para la liberación de los rehenes israelíes y la identidad de los presos palestinos que serán liberados. Los presos palestinos con más años de cárcel serían liberados primero, pero Israel exige poder de veto para bloquear la liberación de aquellos como Marwan Barghouti, un alto dirigente de Fatah que cumple múltiples cadenas perpetuas por ataques contra israelíes durante la segunda intifada.

Las negociaciones se intensifican

La primera ronda de conversaciones entre Israel y Hamás incluyó principalmente equipos profesionales en lugar de negociadores principales, con representantes estadounidenses, egipcios y qataríes como mediadores.

El equipo israelí que llegó a Sharm el-Sheikh el lunes incluía al coordinador de cautivos y desaparecidos, Gal Hirsch; al coordinador de rehenes del ejército, Yoav Alon; al asesor político del primer ministro, Ophir Falk; y representantes del Shin Bet y el Mosad. El Jerusalem Post informó el lunes que la delegación de Hamás estaba encabezada por Khalil al-Hayya y Zaher Jabarin.

La agencia de noticias palestina Wafa informó el miércoles que se esperaba la participación de representantes de la Yihad Islámica en las conversaciones. Se cree que el grupo mantiene retenidos a algunos de los rehenes.

La llegada de los enviados de alto rango indicó que la primera ronda fue exitosa y abrió el camino para conversaciones más profundas. La presencia de Kalin marca la primera vez que Turquía se une a los mediadores en las negociaciones entre Israel y Hamás.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró a la prensa el miércoles: «Trump nos pidió específicamente que habláramos con Hamás y lo convenciéramos, y nos pusimos en contacto de inmediato con nuestros interlocutores para tratar este asunto». Añadió: «En su respuesta, Hamás nos manifestó su disposición a la paz y a las negociaciones. En mi opinión, este es un paso muy valioso».

Citando a funcionarios israelíes anónimos, Haaretz informó el miércoles que el sistema de seguridad israelí se muestra optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Hamás. El informe señala que Estados Unidos, Egipto y Qatar están presionando a ambas partes con más fuerza que nunca para que lleguen a un acuerdo y que la participación de Turquía aumenta la presión sobre Hamás.

Según se informa, Hamás expresó reservas sobre las líneas de retirada gradual del ejército israelí trazadas en el mapa presentado por la administración estadounidense.

El grupo quiere que las fuerzas israelíes se replieguen aún más en la primera etapa e insiste en que el proceso concluya con una retirada total de la Franja. Israel, por su parte, insiste en mantener un perímetro de seguridad al final del proceso de retirada y se opone a una retirada total, buscando mantener el control sobre las zonas fronterizas dentro de Gaza.

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